Muchas son las dudas que surgen al impulsar un nuevo diseño web. En la actualidad, disponemos de grandes dosis de información a nuestro alcance sobre cómo debería ser. Cuando una organización se plantea realizar uno, entran en juego multitud de variables y hoy evaluaremos aquellas a evitar si queremos disponer de entornos atractivos creados para las compradores.
Con independencia del tamaño del proyecto, o bien, si éste comienza o está consolidado, optar por un diseño web profesional es crucial para la reputación digital y los públicos a los que nos dirijamos. “Hacerlo a medias”, o bien “algo simple” para salir del paso, puede generar graves consecuencias y, en consonancia, una pérdida de presupuesto económico mayor.
¿Qué tipos de consecuencias se generan al no generar un diseño web atractivo?
No establecer el objetivo prioritario de este espacio
Éste es uno de los problemas bases que suelen persistir. Normalmente, suele estar relacionado con la falta de asesoramiento inicial ya que, en muchas ocasiones, el diseño web en sí no transmite el objetivo principal de la marca. Aunque todos estos escenarios “busquen vender”, es fundamental establecer qué queremos conseguir aquí: ¿más interacciones?, ¿captación de leads? ¿venta de productos?
En algunos casos, las tiendas online se agregan posteriormente al desarrollo inicial, pero es importante contemplar esta posibilidad de crecimiento para realizar el enfoque correcto.
Se pierde la propuesta de valor
La propuesta de valor responde ante aquello que cada marca se diferencia en su totalidad y por lo que destaca dentro del sector. Normalmente, esto suele ser la respuesta a un trabajo muy profundo que se ha realizado anteriormente y no responde a términos genéricos como “personalización”.
Esta seña de identidad también debe de estar presente en la web al ser la esencia que debe de captar cualquier usuario al acceder generando “un impacto en el lector”.
Caer en “ofertas trampas”
Es muy importante no caer en este tipo de situaciones. Suelen estar relacionados con “precios estrellas” que van acompañados “de mucha letra pequeña”. Algunos consejos prácticos en referencia a los equipos que se encarguen de esta función:
-Debe de acompañar desde los inicios a partir de un asesoramiento estratégico para determinar qué favorece más al proyecto en sí según lo que sea lo que se pretende conseguir.
-Guiar y establecer una base sólida para generar un espacio de calidad, con sus mediciones y análisis adecuado.
-Velar siempre por el beneficio del cliente y estar a su disposición ante las posibles dudas que puedan surgir.
Carecer de llamadas a la acción adecuadas
Una página web debe de contar con llamadas a la acción que inciten la conversión en todo momento. Para ello, hay que imaginar todos los escenarios posibles (newsletters, atención por chat, etc) y reflejarlos bien claros para evitar posibles huidas.
Funcionamiento inadecuado
Toda página y diseño web necesita de un mantenimiento básico todos los meses. Una vez finalizada, son muchos los aspectos que pueden generar fallos, tales como el mantenimiento, la actualización de plugins, etc. Es decir, esto se puede traducir en problemas de carga, ralentización de la velocidad o la imposibilidad de pagar.
Hay que tener en cuenta que, cada vez que un usuario encuentra fallos en el acceso a la web, el porcentaje de conversión disminuye en un 20%. De ahí la importancia de que siempre funcione “perfecto”, en todo momento.
La página web es el lugar “donde sucede la magia” y donde se generan importantes oportunidades de conversión. Por tanto, es primordial disminuir al máximo este tipo de fallos, desarrollar webs sólidas e infraestructuras que realmente sepan sacar el máximo provecho a cualquier proyecto.
Si quieres que te aconsejemos y acompañemos en este importante proceso, simplemente tienes que ponerte en contacto con nosotros en este ENLACE.